Gysela Ciau Ic
Desde la época prehispánica existe un manjar escondido en el corazón de la selva, se trata del xux ek. Ampliamente conocido en las comunidades de Quintana Roo, Yucatán y Campeche, se cree posee poderes afrodisíacos, y según los conocedores es fuente de nutrientes y alarga la vida.
Los campesinos y agricultores de la península de Yucatán una o dos veces por año deciden deleitarse con el tradicional xux ek, es decir, larvas de avispas, larvas de ek. Las avispas Brachygastra mellifica construyen enormes panales donde depositan sus huevecillos que se transforman en larvas, dichas larvas son extraídas del panal y se pasan por un comal bien caliente entre 10 y 15 minutos, se sirven con chile habanero y limón. Cabe destacar que la Brachygastra mellifica llamada ek en lengua maya yucateca es una de las pocas especies de avispas que produce miel.
Para las familias de milperos comer xux ek es una celebración, equivale a un buen corte de carne. Generalmente cuando se encuentra un panal con las condiciones idóneas para preparar y degustar las larvas de avispa, la familia se reúne en la mesa para una cena especial. Este platillo forma parte del patrimonio inmaterial de Quintana Roo.
Es difícil hallar un panal de avispas silvestres capaz de cumplir con todas las características requeridas para su consumo según la tradición maya, por tanto, se considera un golpe de suerte y una bendición ingerir el xux ek. Según abuelos de San Silverio, el panel ideal debe tener entre 40 y 50 centímetros de diámetro y unos 60 a 80 centímetros de alto. Las ek son fáciles de reconocer, ya que son negras y amarillas, su panal es cónico y contiene unas 1000 larvas. La producción de miel y de larvas depende de la fase de la Luna. Cuando el panal está en las ramas altas de los árboles se debe recolectar la miel y las larvas con la luna llena, si el panal se encuentra a nivel del suelo se debe cortar el panal en cuarto creciente. Generalmente se usan hojas de palma seca para hacer humo y evitar el ataque de las avispas.
Son las personas mayores las que mantienen viva esta tradición culinaria. Cuando ven un panal no apto para su consumo lo protegen de sus depredadores naturales, las hormigas rojas (xulab) y negras (saakal), dejándolo prosperar hasta el momento preciso. Tras cortar el panal hay que desprender la parte superior y permitir a todas las avispas salir.
Generalmente el xux ek se acompaña con tortillas y las familias disfrutan de la miel que posee un sabor peculiar. Se buscan específicamente los panales de Brachygastra mellifica por ser menos agresiva que su pariente las box xux (Pepsini).
Como es de suponer, el consumo de ek es una recompensa que la madre naturaleza regala al maya por vivir en equilibrio con su entorno, no debe ser explotado, ni masificado ya que esto causaría daños irreversibles para el medio ambiente. El xux ek es uno de los secretos que guarda la selva y esperamos que así se mantenga.