Adriana Pereira
Comunicadora.
El silencio durante el confinamiento por la pandemia 2020 poco a poco se convirtió en una amalgama de sonidos de diferentes animales, que tímidamente comenzaron a dejarse ver a través de nuestras ventanas. La fauna del Pueblo Mágico de Tulum comenzó a brillar en su máximo esplendor natural. Y de pronto, el vacío de aburrimiento del pequeño Alan de 10 años de edad se convirtió en una gran idea: Con su amor por la naturaleza y su poder de contemplación, decidió ponerse manos a la obra a tomar fotografías a los animales que poco a poco se le acercaban y se dejaban admirar por él.
Con su lema de ser siempre un “guardián de la naturaleza”, y utilizando una vieja cámara fotográfica que sus padres compraron para tomarle fotos a él cuando nació, Alan decidió ponerse manos a la obra y comenzar su aventura fotográfica llena de grandes aprendizajes sobre cultivar la paciencia, el silencio, la perseverancia y el sentido de la oportunidad. Convirtió la frustración del confinamiento en momentos mágicos que dieron sus frutos: lindas instantáneas capturando la inocencia de una fauna virgen, exótica y noble que nos invita a respetarla y a cuidar siempre de su hábitat.
Hoy en día y ya con 11 años, Alan continúa fotografiando fauna en libertad y esparciendo el mensaje de cuidar la naturaleza a través de la producción de postales y otros proyectos de arte y pintura.
Fotografías por: Alan V.
IG: @tulumphotosofnature