Fidel Villanueva Madrid
Cronista Vitalicio de Isla Mujeres
Ubicados en el extremo nororiental de la península yucateca, los vestigios arqueo-históricos de Boca Iglesia constituyen el primer testimonio oficial de la presencia española en lo que se conoció como la Nueva España. El nombre precolombino del lugar fue el de Ekab, que puede traducirse como Tierra Negra, Miel Negra o Ciruela-Estrella. Ekab fue además la capital de la provincia maya del mismo nombre.
Como sabemos, el primero de marzo de 1517, españoles al mando de Francisco Hernández de Córdoba descubrieron Yucatán e Isla Mujeres, desembarcando el día 5 de ese mes en el punto conocido hoy como Boca Iglesia. Engañados por los mayas, los españoles fueron sorprendidos en una emboscada, debiendo batirse en retirada hacia sus barcos.
Según diversas fuentes históricas1, durante la refriega dos jovenzuelos mayas fueron capturados, siendo bautizados con los nombres de Julián y Melchor. Se les tiene como los primeros fieles de la Iglesia Católica Mexicana, y ayudaron a Grijalva y Cortes como intérpretes, antes de que la Malinche se incorporara a la comitiva de éste en Tabasco, en 1519.
Siguiendo con la historia de Ekab, cuando Hernández de Córdoba informó en Cuba del resultado de su expedición, el Gobernador Diego Velázquez se apresuró a solicitar a la Corona Española y a la Santa Sede la erección de un obispado en las tierras recién descubiertas.
En respuesta, el 13 de noviembre de 1518, el rey español firmó las capitulaciones respectivas y solicitó al Santo Padre, León X (Juan de Médicis), la erección de un Obispado con el nombre de Carolense, en honor al Rey Carlos V de Alemania, y I de lo que es hoy España.
Luego de cubrir los trámites eclesiásticos, el 24 de enero de 1519, León X, mediante la Bula Sacri Apostolatus Ministeri, erigió la Diócesis sin fijarle límites, dado lo difusos y confusos que eran los datos sobre Yucatán en esos lejanos años, refiriéndose la Bula a las nuevas tierras como “(…) sea isla, tierra firme o lo que fuere”.
La nueva demarcación religiosa fue dedicada a Santa María de los Remedios, y a la iglesia que se construiría a las “(…) riberas del mar, donde aportara la expedición de Hernández de Córdoba (…)” se le asignó como patrono a San Clemente. Como Obispo de la nueva diócesis fue nombrado el aragonés Fray Julián Garcés quien, de acuerdo a las dificultades para viajar de ese tiempo, debía esperar hasta encontrar acomodo en alguno de los barcos que salieran hacia el llamado Nuevo Mundo.
Obrarían imponderables para que el Obispado Carolense no se constituyera físicamente en Ekab. El primero fue que, al descubrir y conquistar Hernán Cortés el altiplano mexicano, la ambición por las riquezas encontradas hizo que el interés por Yucatán fuera pospuesto algunos años, dejando de cumplirse fehacientemente lo dispuesto por su Santidad. Ya lo había dicho Cortés en Cozumel cuando le informaron que en Yucatán había poco oro: no había venido él por tan poca cosa.
Para colmo de males, Fray Julián Garcés cayó de la gracia del reino al involucrarse en un conflicto entre comuneros de Castilla y la Corona, siendo reivindicado luego de cuatro años de castigo. Cumplidos éstos, el clérigo aragonés trató de asumir en 1524 su alto cargo como Obispo Carolense, sólo para enterarse de que ese mismo año el Rey de España había solicitado al Papa Clemente VII (Julio de Médicis), el traslado de la Diócesis a Tlaxcala.
Cumpliendo lo solicitado, el 13 de octubre de 1525 Clemente VII emitió la Bula Devotionis Tuae, ordenando el cambio de sede de la Diócesis, de Ekab a Tlaxcala. Por lo tanto, la instalación de un obispado en Yucatán debió esperar más de 35 años.
Al margen de lo anterior, a pesar de la incomunicación e insalubridad, Ekab, hoy Boca Iglesia, subsistió como una “encomienda de indios” hasta mediados del siglo XVII, desapareciendo el poblado por ataques de piratas y mayas rebeldes.
Entre la historiografía del sitio destaca un asalto de corsarios en 1571, siendo el evento más conocido al respecto. La semana Santa de ese año, luteranos franceses tomaron la población por unos días, destruyendo y robando algunos de los ornamentos de la iglesia, y obligando a los moradores a cometer herejías, como la de comer carne en cuaresma. Fueron perseguidos y apresados por tropas yucatecas, siendo estos corsarios los primeros delincuentes sometidos al juicio de la Santa Inquisición en la capital de la Nueva España.
Entre los siglos XVII y XIX Ekab registró otras ocupaciones, tanto de campesinos y pescadores indígenas, así como de ingleses cortadores de palo de tinte, dándose al lugar otras denominaciones, entre las que destacan las de Boxchén, Pachi Homhom, Homhom y Hom.
Algunos datos sobre las edificaciones
Es importante inscribir que el área de restricción arqueo-histórica de Boca Iglesia no se ha determinado aún con exactitud, lo cual es una prioridad para poder resolver con los dueños del terreno (Punta Arenas), la manera de compensarlos por la afectación que sufra la superficie de la propiedad.
Sin embargo, van pasando los años y nada ocurre. En lo personal mi temor es que colapsen los edificios, dado que la vida útil de sus paredes ya está por debajo del cincuenta por ciento.
Por falta de recursos, los trabajos de rescate arqueológico fueron interrumpidos desde 2014, la dependencia federal responsable, el Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), estimó- mediante trabajos de prospección- la existencia de vestigios en tres kilómetros a la redonda.
A seis años de distancia, no debe seguirse posponiendo el rescate y la conservación de ese importante Patrimonio Cultural Material, que incluye otras edificaciones, como el que fue un cementerio de la Guerra de Castas, el cual será cada vez más difícil identificar porque se han destruido las cruces de madera de las tumbas.
Existe también el basamento de un sac-bé, mismo que he recorrido por más de 4 kilómetros en dirección sur-suroeste hasta llegar a la sabana Salsipuedes. Por el rumbo que toma dicho sac-bé, puedo proponer que conducía a Chancenote, lugar del cual dependía la Parroquia de Indios de Ekab. Testimonios de la época refieren que cada tres meses llegaba un religioso franciscano de Chancenote a visitar a los feligreses, para celebrar bautizos, primeras comuniones y bodas, quedando como encargado de la iglesia en su ausencia un indio Cantor que, en casos extremos, podía celebrar cualquiera de los ritos religiosos que entonces se acostumbraban.
Con relación al núcleo central de los vestigios, estos están constituidos por dos edificios principales:
-Una iglesia franciscana tipo fortaleza, de corte medieval, de la cual perduran la Sacristía, el Bautisterio, el Presbiterio, y parte de la Nave, de la que se mantienen en pie tramos de pared. De los techos no se aprecia escombro, lo que sugiere que fue de materiales perecederos.
-El otro inmueble es una Casa Conventual o de Visitas, en la que se le pueden apreciar dos etapas constructivas en función del diseño de los marcos de puertas y ventanas, así como por el espesor de las paredes. Este edificio está rodeado por una barda con forma de flecha, siendo éste un elemento que refuerza la idea de los fines defensivos del sitio.
Conclusiones del autor
En el caso de Ekab-Boca Iglesia, son varias las razones con sustento histórico que deberían hacernos reaccionar para continuar de inmediato con su rescate:
I.- Es el lugar donde inició la Conquista de México.
II.- Es el lugar donde nació la Iglesia Católica Mexicana
Dejo aquí este trabajo, expresando mi gratitud a los notables Arqueólogos Luis Joaquín Leyra Guillermo (+), Elia del Carmen Trejo Alvarado, y Enrique Terrones González, en cuyos reportes de investigación y labor de campo me apoyé para realizarlo, sin menoscabo de que consulté varias fuentes bibliográficas, entre las que destacan:
- “El Obispado de Yucatán, Historia de su Fundación y sus Obispos”, Obispo Crescencio Carrillo y Ancona; Fondo Editorial de Yucatán, 1979.
- “El Primer Obispado de la Nación Mexicana”, e “Historia de Yucatán”, Juan Francisco Molina Solís; Fb&c Limited, México, 2018.
- “Ekab, Poblado y Provincia del Siglo XVI en Yucatán ”, Antonio Benavides y Antonio P. Andrews; Cuadernos de los Centros Regionales INAH, México, 1979.
- “Tasaciones de Yucatán” (1505-1518); Francisco del Paso y Troncoso, Epistolario de la Nueva España; Ed. Robredo, México, 1939.
- “Corsarios Franceses e Ingleses en la Inquisición de la Nueva España siglo XVI” Archivo General de la Nación, México, 1945.